La suerte ha dado la espalda en esta ocasión al combinado nacional. Tras clasificarse para la final con una afortunda acción ante Italia, los hombres de Venancio López no han podido revalidar el título de campeón del mundo por segunda vez consecutiva y se volverá a España con el 'título' de subcampeón del mundo, algo por lo que deben sentirse muy orgullosos a unos jugadores que se han levantado una y otra vez tras recibir varios golpes y que han practicado un gran fútbol. Los fallos de Torras y de Marcelo desde el punto de penalti han evitado que España se quedara sin el trofeo.
Los españoles tenían todo en contra: un rival de la talla de Brail enfrente, una grada entera en contra y sobre todo, una fortuna de espaldas que permitía a los brasileños ponerse por delante en el marcador hasta en dos ocasiones. Con todo esto, 'La Roja' salió a la cancha dispuesta a lograr un Maracanazo que finalmente, nunca llegó.
En un principio, ambos conjuntos sabían lo que se jugaban y la calidad del rival y por ello, intentaban no arriesgar demasiado debido a que un error podría ser una losa insuperable para el resto del partido. Con este panorama, Brasil tuvo que empezar a actuar como equipo local y buscó la meta de Luis Amado constantemente a través de tiros desde lejos que eran repelidos una y otra vez por el meta español.
Con disparos lejanos, rápidas contras elaboradas por los españoles y una sensación de respeto mutuo entre ambos conjuntos se llegó al descanso, donde los entrenadores no tuvieron mucho trabajo, ya que los dos conjuntos estaban realizando un partido muy serio.
Los españoles tenían todo en contra: un rival de la talla de Brail enfrente, una grada entera en contra y sobre todo, una fortuna de espaldas que permitía a los brasileños ponerse por delante en el marcador hasta en dos ocasiones. Con todo esto, 'La Roja' salió a la cancha dispuesta a lograr un Maracanazo que finalmente, nunca llegó.
En un principio, ambos conjuntos sabían lo que se jugaban y la calidad del rival y por ello, intentaban no arriesgar demasiado debido a que un error podría ser una losa insuperable para el resto del partido. Con este panorama, Brasil tuvo que empezar a actuar como equipo local y buscó la meta de Luis Amado constantemente a través de tiros desde lejos que eran repelidos una y otra vez por el meta español.
Con disparos lejanos, rápidas contras elaboradas por los españoles y una sensación de respeto mutuo entre ambos conjuntos se llegó al descanso, donde los entrenadores no tuvieron mucho trabajo, ya que los dos conjuntos estaban realizando un partido muy serio.
Los goles, después del descanso
Tras la reanudación llegaron los goles en ambas porterías. El primero en golpear fue Brasil, que se encontró por delante en el marcador sin merecerlo gracias a un tanto de Marquinho, que tras sacar un córner, envió el balón al fondo de la meta defendida por Luis Amado después de que el balón golpeara en Borja.
Lejos de venirse abajo, España buscó el empate con toda su artillería y fruto de la presión realizada en el campo brasileño, logró igualar el marcador con un tanto de Torras, que no se lo pensó dos veces para empalmar un balón y fusilar al meta brasileño Tiago. Quedaba mucho partido y todo volvía a estar como al principio, en tablas.
A poco más de tres minutos para el final, la fortuna se alió de nuevo con los locales, Luis Amado repelió el balón tras varios disparos y en el último, el balón le cayó a Vinícius que no perdonó a los de Venancio López. Tiempo muerto y a preparar la táctica para jugar con Kike como portero jugador.
Ésto dio sus frutos a tan sólo un minuto y medio para la finalización del choque, cuando Brasil se veía campeona, Álvaro mandó la fondo de la red el esférico y culminaba una gran jugada de España. Mandaba el partido a la prórroga y evitaba que los brasileños celebrasen 'su' título antes de tiempo.
Finalmente, la prórroga no dio para mucho, ninguno de los dos equipo crearon peligro y los españoles buscaron los lanzamientos desde el punto de penalti para que la fortuna, hermanada con los españoles en las semifinales ante Italia, decidiera el nuevo campeón del mundo.
En esta ocasión no hubo suerte, Torras y Marcelo erraron sus respectivos lanzamientos y quitaron valor a la parada de Luis Amado a Ciço. Con este desenlace, los españoles se quedaron sin su tercer título consecutivo pero con el valor que tiene saber que forman parte de una de las super potencias del fútbol sala.
Lejos de venirse abajo, España buscó el empate con toda su artillería y fruto de la presión realizada en el campo brasileño, logró igualar el marcador con un tanto de Torras, que no se lo pensó dos veces para empalmar un balón y fusilar al meta brasileño Tiago. Quedaba mucho partido y todo volvía a estar como al principio, en tablas.
A poco más de tres minutos para el final, la fortuna se alió de nuevo con los locales, Luis Amado repelió el balón tras varios disparos y en el último, el balón le cayó a Vinícius que no perdonó a los de Venancio López. Tiempo muerto y a preparar la táctica para jugar con Kike como portero jugador.
Ésto dio sus frutos a tan sólo un minuto y medio para la finalización del choque, cuando Brasil se veía campeona, Álvaro mandó la fondo de la red el esférico y culminaba una gran jugada de España. Mandaba el partido a la prórroga y evitaba que los brasileños celebrasen 'su' título antes de tiempo.
Finalmente, la prórroga no dio para mucho, ninguno de los dos equipo crearon peligro y los españoles buscaron los lanzamientos desde el punto de penalti para que la fortuna, hermanada con los españoles en las semifinales ante Italia, decidiera el nuevo campeón del mundo.
En esta ocasión no hubo suerte, Torras y Marcelo erraron sus respectivos lanzamientos y quitaron valor a la parada de Luis Amado a Ciço. Con este desenlace, los españoles se quedaron sin su tercer título consecutivo pero con el valor que tiene saber que forman parte de una de las super potencias del fútbol sala.
Cortesía de MARCA.COM
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