La ventaja no descompensó a ninguno de los dos, aunque la Azzurra se atrevió un poco más con la entrada del hábil Adriano Foglia. Tuvo dos oportunidades claras de igualar, pero Amado se lo negó a Grana y luego Bertoni erró el arco tras un saque de esquina.

Poco cambió en el inicio de la segunda etapa. Italia insistía pero no podría quebrar a España, que confiaba demasiado en su cerrojo defensivo, casi sin percatar lo escasa de la ventaja. Foglia se lo recordó a los 27', luego de eludir a dos rivales, desairar a Amado y estampar el 1-1 con un toque sutil.

La campeona del mundo recuperó la iniciativa con Marcelo y Borja en cancha pero, al mismo tiempo, dejó espacios para la contra que tan bien manejan los italianos. Así, dos veces debió intervenir Amado para evitar la caída de su arco ante remates de Assis y Foglia. La Furia apenas contó con un remate de Fernandao que salió desviado.

La prórroga fue tan tensionante como el tiempo reglamentario, sobre todo porque España jugando al límite por tener cinco faltas acumuladas. El golazo de Fernandao a los a los 45' pareció sentenciar el pleito, pero Grana tenía otra cosa en mente cuando sacó su imponente derechazo a los 49' para el 2-2...

Cuando parecía que se necesitarían los penaltis para definir la semifinal, llegó ese final que nadie esperaba. Italia pudo ganarlo pero cometió un error defensivo, generando un contragolpe que Foglia, en su intento por despejar el balón, terminó introduciendo en su arco, poniendo a España a tiro del tercer título mundial de su historia.